TESTIMONIO DE VIDA COMO INSTRUCTOR DE CONTROL MENTAL SILVA
Escribe Miguel Hung Fon
Mi nombre es Miguel Hung Fon y en 1978 a mis 18 años de edad, tuve oportunidad de conocer la experiencia del Método Silva, inscrito en el curso por mi padre Alfredo Hung Wong, quien había participado un año antes y a quien vimos aplicar este sistema de control mental en muchas áreas de su vida personal, familiar y profesional. Al ver resultados tan evidentes, no me pude negar a participar de igual forma. Más allá de los buenos resultados que yo también llegué a obtener, sobre todo en lo que refiere a mis estudios superiores, algo no había considerado y creo que mi padre tampoco, fue de convertirnos en representantes y divulgadores de este sistema por varias décadas.
La historia de este sistema en el Perú data de 1973, siendo la primera Directora e Instructora la Dra. Clara Winternitz a quien tuve el grato honor de conocer, aunque mi instructora en 1978 fue la Sra. María Luisa Brugué (España) durante algunos años los cursos se organizaban esporádicamente hasta que entrando a los 80, al parecer quien fuera director de ese entonces, falleció y las actividades del método quedaron en suspenso. Ya para ese entonces (1979) el Dr. José Silva (creador y fundador) había venido a Perú junto con su hermano Juan Silva; para dictar un primer curso avanzado ó Curso Superior en el Country Club de Lima, al cual asistieron un grupo numeroso. A raíz de este gran evento, mi padre se vinculó con algunos grupos de graduados con el fin de mantener en práctica las técnicas aprendidas, en ese lapso de tiempo es que muere el responsable de la organización de cursos y fue mi padre quien tomó la iniciativa de seguir convocando a los graduados para seguir practicando. Hasta que llegó el día que él decide enviar una carta a Laredo, Texas; sede principal del Método Silva Internacional a fin de que supieran de un grupo activo de ex alumnos practicantes, que ya para entonces el grupo de 10, ascendió a más de 80 quienes se reunían hasta dos veces por mes. Dadas estas circunstancias, de Laredo llamaron a mi padre a ofrecerle el cargo de Director (1983) quien asumió con gusto el cargo de promover los cursos con el apoyo del equipo de instructores argentinos. Y fue en 1985 que mi padre viaja a certificarse como instructor y director a la ciudad de Laredo, Texas – USA.
A su retorno decido renunciar a mi trabajo en un banco financiero local para poder apoyar a mi padre en esta labor, y en dicho viaje por circunstancias que hoy llamaremos “felices coincidencias” mi padre pierde un trasbordo de la ciudad de Dallas a Laredo, y en la sala de espera conoce a Omar Mustafá (Director para Brasil y luego Sudamérica) con quien entabla una gran amistad. Amistad que se traduce en su convocatoria para el siguiente año, para dictarse un primer curso de niños y jóvenes adolescentes; curso que dictara el mismo Omar y que yo tuviera oportunidad de colaborar como un asistente más. Eran épocas poco fáciles por la coyuntura en nuestro país. Incluso vivíamos épocas de toque de queda y estados de emergencia, pero esto no impidió tener un curso con casi 80 niños y 40 adolescentes en capacitación. Omar quien vió mi desempeño durante estas jornadas, no tuvo mejor idea de sugerirme que yo me hiciera cargo del grupo de niños/adolescentes a futuro, lo que obligaría a que participe de una capacitación personalizada aprovechando su estadía en Lima y más adelante recibiera la certificación oficial en Laredo, grata fue la sorpresa de saber que en 1984 se dictaría una certificación en Chile, impartido por la Directora de Mexico y Centro America, la Sra. Rosa A. Rivas (México) evento al cual asistí y para ese entonces, ya habíamos tenido oportunidad de conocernos mutuamente con Peter Schneider quien acababa de llegar a Perú , era 1984, y que una amiga nuestra fuera su primer traductora para Peter quien hablaba muy poco castellano.
Ya en 1987 nos reencontramos Peter Schneider, Alfredo Hung, el Dr. Ernesto Arauco, Juan R. Martínez y yo (en calidad de nuevos instructores) ya sabía para ese entonces, que Peter fue instructor para el Método en Sudáfrica y hasta donde recuerdo, fue el responsable de impartir en esos tiempos el primer curso en el que participaron alumnos de diferentes etnias.
Han pasado más de 30 años de labor ininterrumpida hasta octubre del 2019 que habiendo partido mi señor padre en el 2003, y logrando mantener el sistema de control mental vigente, decido no continuar con este vínculo. Surgen palabras y sentimientos de reconocimiento y profundo agradecimiento por haber tenido la gran oportunidad de servir a la sociedad en una labor completamente útil y necesaria en la formación de los seres humanos, desde la educación y entrenamiento de la mente humana. Una labor que asumimos desde un principio con mucha responsabilidad y alto compromiso. Miles de personas pasaron a través de nuestras aulas, tanto en Lima como en otras ciudades del Perú, (Piura, Chiclayo, Trujillo, Chimbote, Ica, Arequipa, Cusco, Tacna, Iquitos, Pucallpa, Huancayo y capacitaciones en empresas como también en las diferentes entidades del estado)
Consiguiendo un común objetivo, el mejoramiento de la humanidad. En el año 2011 me certifico como Coach y comparto labores similares con mi esposa Sonia Galloso, quien también es coach, se graduó y certificó como instructora del Método Silva y facilitadora de los talleres de Autoestima dentro de la filosofía de Louise Hay. Creo en un Plan Mayor y éste se encarga de colocarnos en el lugar preciso en el momento preciso, para que nosotros ante tanta evidencia y circunstancias, nos corresponde decir SI ó NO al compromiso de contribuir con nuestro aporte al crecimiento y formación del ser humano. Si acaso soy atrevido en narrar estos pocos detalles anecdóticos es que en cuanto se nos dio la oportunidad…dijimos “SÍ”.